Uno de los principales atractivos de Miravet es su imponente castillo templario, que domina el paisaje desde lo alto de una colina. 

Este castillo, que data del siglo XII, fue uno de los bastiones más importantes de la Orden del Temple en España. 

Desde sus murallas se puede disfrutar de unas vistas panorámicas excepcionales del río Ebro y sus alrededores, lo que lo convierte en un lugar ideal para los amantes de la historia y la naturaleza.

   
El casco antiguo del pueblo conserva el encanto de tiempos pasados, con calles empedradas y casas que parecen colgar de la ladera de la colina. 
Pasear por sus callejuelas es como viajar en el tiempo, ya que muchas de las construcciones se mantienen en su estado original, creando una atmósfera tranquila y acogedora. 

  
Otro de los puntos de interés en Miravet es la Iglesia Vieja, un edificio renacentista del siglo XVI que se encuentra en lo alto del pueblo. 
Aunque en la actualidad no se utiliza para el culto, es un testimonio importante del pasado religioso y cultural del lugar.

  
Miravet también es conocido por su tradición alfarera, que se remonta a varios siglos. Todavía hoy se pueden visitar algunos talleres de cerámica donde los artesanos locales mantienen viva esta tradición. Las piezas de cerámica de Miravet, reconocibles por su estilo único y sus técnicas ancestrales, son un excelente recuerdo para llevarse del pueblo.

 
Además, una de las experiencias más auténticas que ofrece Miravet es el paso de barca. Se trata de un antiguo sistema de ferry que cruza el río Ebro sin motor, solo utilizando la fuerza de la corriente. Este método tradicional de transporte sigue en funcionamiento y es una forma pintoresca de cruzar el río y disfrutar de su entorno natural.

   
El entorno natural que rodea Miravet es igualmente impresionante. La cercanía del río Ebro permite realizar diversas actividades al aire libre, como paseos en kayak o rutas a pie por los alrededores. El paisaje, con colinas y campos, ofrece una paz y una belleza que invita al descanso y la desconexión. 

  
En resumen, Miravet es un lugar donde la historia, la cultura y la naturaleza se encuentran. El castillo, el casco antiguo, la alfarería y el entorno natural hacen de este pueblo un destino ideal para quienes buscan una escapada tranquila, llena de belleza y autenticidad. 

Donde comer 

  
Molí de Xim
El Molí de Xim es uno de los restaurantes donde comer en Miravet mejor valorados. 

Está ubicado en el interior de un antiguo molino del siglo XIX en el casco antiguo del pueblo, que ha sido totalmente renovado y reconvertido en restaurante.

   
Ofrecen una cocina tradicional de la ribera del Ebro, sencilla y casera con ingredientes de calidad y proximidad.  

Disponen de una amplia carta con varios entrantes a elegir entre los que destacan la clotxa de Miravet, o el boniato a la brasa con miel, queso y avellana, además de diversos platos de carnes como la butifarra del payés o la salchicha de ca la Paquita. 

Si os queda un hueco para el postre no dudéis en probar la crema catalana o la orgía de cacao.

 
Dirección: Carrer Verge de Gràcia 29 

Bar Amadeo
Si estáis buscando un bar donde comer en Miravet con terraza, el bar Amadeo tiene la mejor con unas preciosas vistas al Ebro. 
 

Es un bar sencillo, en el que podréis comer las típicas tapas como bravas, croquetas, calamares… además de bocadillos y platos combinados. 

Dirección: Carrer Riu 22